El líder de Perú Posible insiste en pedir tiempo para decidir si postulará o no a la Presidencia el próximo año.
“Es tiempo de escuchar”, dice Alejandro Toledo, como si fuera un viejo monje en plena meditación. Y es en medio de esta reflexión que nos recibió, para hablar de las elecciones 2011. Un tema ni sano ni sagrado.
¿A mí también me va a decir que no está en campaña?
No. No tiene nada que ver con usted o sus colegas. Tiene que ver conmigo, es una decisión que debo tomar personalmente, es una decisión seria, no es trivial, hay que tomarla con responsabilidad, hay ingredientes profesionales, compromisos con Stanford y con la fundación, he embarcado en ella a 21 ex presidentes.
Pero ya estamos ad portas.
¿Ad portas de qué?
De tomar una decisión. Le puedo asegurar que en menos de 30 o 35 días, el Perú sabrá cuál es mi decisión.
Ahora, para ser un no candidato usted anda muy ocupado. Tiene estas reuniones frecuentes con un grupo de sus ex ministros, ha empezado sus viajes por todo el país y luego tiene esta página ‘Con Toledo sí podemos’, en la que copia el lema de Barack Obama, ‘Yes, we can’ (Sí, nosotros podemos)...
No, Barack Obama copió lo que hicimos en el año 2000…
Ah caramba, ¿está reclamando derechos de autor?
No, para nada. Él es un amigo. Le hago recordar 2000 o 2001, cuando usamos el Juntos sí Podemos.
Bueno, en todo caso tiene todas estas actividades que más parecen las de un candidato que las de un ex presidente que anda reposado…
He tenido cuatro años intensos, no muy reposados, pero haciendo lo que me interesa con la fundación y con el Centro Global para el Desarrollo y la Democracia, hemos creado esta agenda social para la democracia en América Latina, para los próximos años, he sacado del retiro a 21 ex presidentes para embarcarse conmigo en esta iniciativa. Pero llegado el momento de decidir si Toledo es candidato o no, es muy importante definir cómo dejo esos compromisos, como también es importante escuchar a la gente común y corriente en Piura, Huancayo, Apurímac, Cusco o Arequipa.
Y usted ha empezado a escuchar en el norte, donde tiene su más alto índice de intención de voto, un 19%, ¿por qué no empezar en el centro, donde solo tiene 9%?
Eso viene, vamos a ir al centro, también a Apurímac, luego a Junín, a Huánuco. Uno puede cuajar una idea escuchando a la gente.
Es interesante que diga que va a viajar al centro, que es donde se concentra el mayor rechazo a su probable candidatura, y es donde se encuentran los que menos se beneficiaron con las cifras de reducción de la pobreza de las que usted presume…
Primero, una cosa es que tenga una baja aprobación, otra que tenga un rechazo. Son dos cosas distintas. Segundo, la pobreza se bajó de 54 a 45 por ciento en mi gestión. Desde luego, no es suficiente. Todavía, cuando uno desagrega la pobreza la va a encontrar concentrada en lugares como Huancavelica, Apurímac, Cajamarca, Ayacucho y Puno. A ver, ¿usted va a Asia?
No, con escasa frecuencia.
Bueno, mi ejemplo es el siguiente, en 10 años Asia ha crecido en 15 mil por ciento, Huancavelica, en cambio, se ha quedado congelada desde hace 150 años. Esa es la disparidad que hay en el Perú…
Que usted mantuvo durante su gestión.
Permítame decirle que para redistribuir había que crecer, y no se podía cometer la irresponsabilidad de distribuir sin hacerlo. Nosotros empezamos con recesión, y ya para el tercer año empezamos a crecer, que es cuando lanzamos el programa Juntos.
Usted ha dicho que Perú Posible tendrá candidato presidencial de todas maneras…
Absolutamente.
¿Y Perú Posible sigue siendo una buena plataforma electoral? Se lo pregunto porque en Lima solo ganaron dos alcaldías distritales, no tienen presencia en regiones y solo tienen un congresista.
Respeto su lectura, pero Perú Posible está más fornido que nunca…
Parece más bien un peso pluma.
Mire, la fortuna de Perú Posible es que es un partido joven, quinceañero. No tiene la experiencia ni la mañosería de los grandes partidos.
¿Ah sí?
Tenemos 16 años, y a los 5 años ya teníamos la responsabilidad de gobernar. Entonces, a Perú Posible le veo un gran dinamismo, pero siempre está sujeto a mejoras.
Cuando ustedes eran gobierno siempre hubo la idea de que los dirigentes de su partido estaban muy preocupados en conseguir trabajo a sus familiares. Puntualmente, Doris Sánchez y Jesús Alvarado dejaron el gabinete ante denuncias de nepotismo, ¿esto ha cambiado?
A mí me gustaría que fuéramos más justos con las comparaciones. Por qué siguen siendo tan severos con Perú Posible y Alejandro Toledo y no tan severos con este Gobierno. ¿Es esto de Doris Sánchez el tema? ¿Por qué no vemos el tema del director del SIS que compró raciones para la tragedia de Pisco a una empresa de zapatos, que luego termina en la cárcel y después lo sacan?
¿Así que los errores de este gobierno deben tapar los que se cometieron en su gestión?
No, no, no, de ninguna manera. Y por eso voy a responderle. Estamos en un proceso de construcción, como le dije nuestra ventaja es nuestra juventud, tenemos 48 líderes capacitándose en diferentes lugares.
Bueno, pero parece que sus dirigentes no han cambiado. En las municipales llegaron a un acuerdo con Lourdes Flores, y pusieron como candidato a regidor al hijo de Doris Sánchez, ¿no tenían mejores cuadros?
¿Y por qué no hacerlo? Es un joven profesional de Perú Posible. Además, Doris Sánchez no es dirigente del partido, usted se equivoca, es una militante muy importante pero no dirigente.
Usted afirmó que el presidente García le tenía una inquina personal, luego él dijo que usted se quejaba porque tenía una fijación con él, y usted le respondió que puede ser feo pero no fácil, ¿por qué es tan tormentosa esta relación?
(Se ríe) Usted debe entender que un ex jefe de Estado debe mantener relaciones cordiales, de políticas de Estado, pero eso no excluye que en democracia podamos tener puntos de vista distintos. Por ejemplo, y a mí me gusta fresquito el pescadito, no sé por qué* Perú.21* no pregunta dónde está Crousillat, ya nos olvidamos, ya lo sacaron del país…
Preguntamos cada vez que podemos, ¿quiere que lo pongamos permanentemente en nuestras comisiones?
(Se ríe) No, no. Yo no dicto ni me quejo ni llamo a los medios para decir que me saquen algunas cosas. Pero, como le decía, tenemos temas divergentes con el presidente García. Lo de Bagua es un tema de profunda discrepancia, también está la ley que era un indulto asolapado.
¿Diría que es amigo de García?
Nunca lo vi como enemigo.
¿Y usted también se altera como el presidente García? ¿También le da de manotazos a la gente?
No, no. Me molesto como cualquier ser humano, como lo puede hacer usted, pero yo no cacheteo al Perú, al pueblo, yo no pateo a la gente. Cachetear a la gente sería como agredirme a mí mismo.
¿Es verdad que tendría un acercamiento con Humala para desarrollar un acuerdo programático?
No, no. Lo que he dicho es que en democracia es permitido conversar con todos, con aquellos líderes que tengan vocación democrática.
¿Humala entra en esa categoría?
Yo no lo he visto como un dictador. Además, conversar no es pactar. Aunque sé, y ya lo he dicho, que con Humala no tenemos la misma visión del Perú y su futuro.
¿Y entonces de qué hablarían? ¿Del presidente Alan García?
No, no, el presidente García termina en menos de un año, él ya no es tema (se ríe). Yo le digo, es tiempo de escuchar. A Humala, a Castañeda, a Fuerza Social, a Huaroc, a Pedro Pablo Kuczynski.
Por cierto, usted ha saludado que Vladimiro Huaroc, el aliado de Susana Villarán, exprese su simpatía por Perú Posible, ¿qué quiere lograr? ¿los celos de Lourdes Flores?
No, no. Yo soy muy consecuente con mi conciencia. El apoyo que le dimos a Lourdes Flores fue para impedir la recomposición de la mafia, para que no gane Kouri, yo, en el medio, no iba a cambiar de opinión.
Pero ese escenario ya cambió.
Y por eso es tiempo de escuchar, a todos.
¿No es muy veleidoso eso de escuchar a todos?
Hasta donde uno pueda pues, voy a escuchar a las organizaciones.
Si Luis Castañeda pasa a la segunda vuelta con Keiko Fujimori, ¿usted y Perú Posible lo respaldarían?
Mire, yo enseño en la universidad y los escenarios hipotéticos se caen como castillos de naipes. Yo no puedo darle una respuesta en función de un escenario hipotético.
¿No será que usted se cree el único que puede derrotar al fujimorismo?
No, no. Eso sería pretencioso, primero, porque no soy candidato. Además, mi vocación de convocatoria está registrada en la historia. Yo no tengo el ego grande, yo soy chiquito, no se preocupe.
¿Qué piensa de Castañeda?
Es un buen demócrata y buen gerente. Aunque hay algunas dudas, la gente dice que es un gerente eficaz, pero una cosa es manejar la ciudad y otra manejar el país.
¿Y qué piensa de Kuczysnki? Por cierto, él le ha ofrecido el puesto de canciller si lo eligen como presidente.
Esa es una generosidad de su parte. Pero no, Pedro Pablo es un gran economista. Me ha ayudado mucho. Hay un valsecito que se llama Todos vuelven, ya lo verá.
Si usted no fuera candidato, ¿cuánto podría aportar su figura a otra candidatura? Se lo digo porque usted está asociado a la frivolidad, algo que se ganó a pulso durante su primer gobierno.
No lo sé, mire usted las encuestas. Lo invito a que mire la encuesta rural urbana. Cuando usted inyecta el sector rural tenemos 19%, creo que la encuesta es de IMA. Mire también en esos cuadros, cuál es el grado de aceptación de Perú Posible y de Toledo.
¿Le molesta que le pregunten por el tema de la frivolidad?
No, porque sé que es una fabricación de Vladimiro Montesinos.
¿Montesinos fue el que le recomendó que viajara frecuentemente a Punta Sal durante su gestión o que se subiera el sueldo a 18 mil dólares?
No, este… ¿frivolidad es ir a Punta Sal?
Bueno, estuvo 15 veces, en momentos muy difíciles, ¿a usted no le parece frívolo?
¿Punta Sal es un lugar lujoso? ¿Usted ha estado alguna vez allí?
Sí, y no me parece un lugar barato, señor Toledo.
¿Usted quería que me fuera a Cancún, a Varadero?
Lo que le digo es que habíamos salido de un régimen corrupto…
No, no, no le permito que inyecte esa comparación de corrupción con mi gobierno.
No le estoy diciendo eso, lo que quiero recordarle es que habíamos salido de un régimen corrupto, había mucha sensibilidad en la población, y lo que se esperaba era un poco de sobriedad, no un presidente que anduviera en viajes y cosas parecidas.
Yo respeto esa opinión, pero nunca usé un avión para irme a un balneario lujoso. Además, estaba promoviendo el turismo en el país.
Esa es una gran coartada.
Yo le invito a que se anime a ir a Punta Sal.
¿Tiene alguna acción en Punta Sal?
Es un gran balneario, además que está cerca a una caleta de pescadores.
*¿Qué tan fácil es reconstruir una relación con una hija a la que no vio durante años? Obviamente, hablo de Zaraí. *
Es difícil, sí, pero lo estamos logrando.
Cuando estuvo en Palacio, ¿tuvo algún problema con el alcohol?
No, nunca hubo un problema de alcohol, eso no quiere decir que no tomaba, como usted o como cualquier otro.
¿Y con drogas?
Nunca, soy muy tajante con eso.
Entrevista hecha Por Emilio Camacho